1783 quedó tan marcado para mí junto a Pina, Pina Mainiere. Mi bella calebresa, con la que habíamos jugado de poder a poder en la pasión y en los siglos.
Inagotable y tantas veces feroz. Días enteros recorríamos la campiña verde y florida en primavera y los veranos amarillos con la brisa del mar a lo lejos tratando de convencerla: debía olvidarse de la “costumbre”, olvidar el gesto y el temblor al rojo dulce y cálido. Y así yacía la promesa perpetua de los dos junto al impulso que la hacía ampulosa, carnal y viva…
Y llegó el fatídico 5 de febrero. Medianoche, de pronto todo parecía romperse. Fueron cayendo por la onda del terremoto 180 pueblos en Calabria. El dolor, el terror, más de 50.000 murieron. Los sobrevivientes tuvieron que soportar cinco más en 50 días. Un cinco atroz hasta el 28 de marzo.
Con Pina, nos colocamos una especie de armadura para el salvamento. Eran aquellos que aún tenían que seguir. Pina recogió a una niña casi bebé que lloraba sola en medio del infierno: Aurora, de piel cobriza, ojos de azabache y el pelo azul. Su Aurora, su niña, que no pudo dejarla “ir” nunca.
En Abril partí a Lucerna. Pina quería establecerse en Calabria con su bebé. Nos despedimos una noche en el pequeño puerto de Crotone donde una embarcación me conduciría otra vez a ese otro punto del continente.
Ese año no dio tregua. Quién podría olvidar al volcán Laki en Islandia ¿Quién? Y el hambre que dejó a su paso durante dos años a más de seis millones de muertos en Europa.
En San Petesburgo, en junio, estaba Leonhard Euler tratando de explicar esa nube ácida asesina que marcó al suceso como una de las mayores catástrofes medioambientales en la historia europea.
En septiembre fui a darle el último adiós a Euler, mi gran amigo, matemático y físico, que tanto tuvo que ver en la teoría unificada del electromagnetismo.
Calabresa.... hermosa y fiera :D
ResponderEliminarMe encanta este blog. Me entero de cantidad de cosas de las que no tenía ni idea y, además, está tan bien contado que es como una narración mágica.
Besitos...
Mujeres con garra que dejan huellas........al igual que Moony, estoy encantada con tu blog, una fuente de información.........desconozco un millón de cosas.....pero hoy, hay dos menos........lastima que Euler no este entre nosotros,...... curioso yo hablando del infinito en mi blog y él fue un gran teorico...............me hubiera gustado tomar un café con el y que me contara......
ResponderEliminarUn beso Euleriano.....hasta el infinito y mas allá.